Érase una vez tres hermanos cerditos que vivían en una casa del bosque. Hacía bastante tiempo que no se bañaban, así que la casa olía muy mal. Tan mal que nadie se acercaba a visitarlos, ni siquiera el lobo. Pero un día, papá y mamá deciden que es hora de bañarse…¡y a nuestros amigos no les parece una buena idea!