El décimo título de la colección Pequeña y Grande está dedicado a Ada Lovelace, una matemática y escritora adelantada a su tiempo que colaboró con el inventor de la primera calculadora mecánica y diseñó lo que posiblemente sea el primer lenguaje de programación de la historia. Hija de Lord Byron y de madre también matemática, creció en un entorno favorable para desarrollar su talento creativo y su genio innato, mostrando al mundo de su época que las mujeres podían estar a la altura de los hombres, aunque finalmente las rígidas costumbres de la época victoriana, en lo que respecta al papel de la mujer en la sociedad y más aún en el entorno aristocrático del que procedía, diluyeron su aportación a la ciencia.