Los fantasmas no llaman a la puerta es un ingenioso álbum ilustrado de Eulalia Canal ilustrado por Rocio Bonilla con su estilo inconfundible, editado por editorial Algar. Nos cuenta una entrañable historia invernal sobre lo absurdas que pueden ser las situaciones que se generan por los celos entre amigos, aunque al final irremediablemente debe triunfar el sentido común y evidenciarse que la vida es mucho más divertida cuando se comparten las experiencias entre muchos.
Y es que el Oso y la Marmota son grandes amigos y siempre juegan juntos. Es genial encontrar tesoros juntos o cantar y bailar como si fuesen estrellas. Pero una tarde, el Oso le dice a la Marmota que ha invitado al Pato a jugar con ellos. ¡No puede ser! A la Marmota no le gusta el Pato. Ni el Pato, ni ningún otro animal que pueda estropear su amistad en exclusiva con el Oso. Por eso está decidida a evitar que el Pato vaya a jugar con ellos. ¡Y será capaz de hacer lo que sea necesario! ¿Qué enredos provocarán sus alocadas ideas? Al fin y al cabo, puede que tener muchos amigos no sea tan malo, y sí mucho más divertido de lo que había imaginado.