Para que la siesta sea perfecta, tiene que durar poco. Hace mucho calor en la jungla y cuando llega una suave brisa, el jaguar quiere dormir una siesta. Entonces ve a un coatí y le pregunta: -¿Podrías hacerme un favor? ¿Podrías despertarme exactamente en 10 minutos?
Al coatí también le entra sueño y le pide a una cacatúa que le despierte en diez minutos. La cacatúa solo encuentra a un oso perezoso…
Prometer despertar a alguien puede ser una gran responsabilidad.