La rama seca del cerezo, de Rafael Salmerón, es el XVIII Premio Anaya de Literatura Infantil y Juvenil, 2021. Una historia de amistad y superación que te atrapa desde el minuto uno.
La acción se inicia en Hiroshima en el año 1945, justo momentos antes de caer la bomba atómica, para luego saltar a la actualidad en una trama intergeneracional, con personajes de distintos siglos que se cruzan y conectan, cada uno con sus temores y fantasmas: una adolescente solitaria y al borde del abismo, un niño con un padre «héroe» que quiere que vuelva y un anciano anclado en un pasado que le pesa como una losa. La narración sosegada, ayuda a que a entender mejor los distintos dramas y transmite y siembra la semilla de la esperanza, mostrándonos la importancia de descubrir quienes somos y de mirar alrededor para ver con perspectiva, porque las cosas no son siempre lo que parecen.
En Hiroshima, en el año 1945, Ichiro y Masuji juegan en las calles de la ciudad momentos antes de caer la bomba atómica.
En la Hiroshima actual, Sakura, una adolescente con una deformidad en la mano, sobrevive a las burlas de sus compañeros de clase y a la incomunicación familiar, piensa que su madre no la quiere y a su padre, absorbido por el trabajo, apenas lo ve. Aiko, una amiga virtual, vive en otra ciudad y no es fácil que lleguen a conocerse. Su verdadero deseo es convertirse en dibujante de manga, aunque sabe que eso nunca sucederá.
Pero la vida de Sakura da un giro cuando se cruza con el pequeño Tetsuo y con un anciano superviviente del bombardeo de Hiroshima que guarda un gran secreto.