Haciendo honor a su nombre, «Trastario» reúne 31 poemas dedicados o inspirados en aparatos de uso cotidiano que encontramos en nuestro entorno doméstico: desde la lavadora al frigorífico, pasando por la plancha, la tostadora o el aspirador. Sus engranajes, los enchufes a los que se conectan o las fuentes de energía de las que se alimentan para funcionar, aparecen también en esta obra en la que Pedro Mañas actúa como mecánico, ingeniero o constructor de versos.
Sus herramientas son el ingenio y el humor, con los que crea juegos de palabras y dobles sentidos, al tiempo que experimenta con su sonoridad y significado, trasladando por momentos a los lectores al terreno de lo lúdico.