Marianne Dubuc nos vuelve a enamorar con su ilustración dulce, de trazo limpio y sencillo. Para los niños nos narra una historia cariñosa y generosa sobre la importancia de compartir y de sentirse seguros, no importa lo pequeños o grandes que seamos todos aportamos, además para nosotros, los adultos un historia sobre la importancia de sentirse cuidado, y seguro y sobre la responsabilidad de la maternidad incluso cuando es impuesta.