Todos tenemos días «malos» en los que todo nos enfada y nada nos hace sonreír. A Julia le pasó aquél día que estaba nublado y no pudo ir a la piscina como habían planeado. Sólo la paciencia y el amor de sus padres pudieron conseguir que Julia disfrutara incluso de ese día tan gris. Este cuento es una metáfora en la que «el día nublado» es como esos días en que sentimos un nubarrón en la cabeza y parece que todo nos sale mal. Con él se quiere hacer reflexionar a los niños (y a los adultos) sobre nuestra actitud ante las contrariedades, ya que muchas veces es nuestra negatividad la que nos impide disfrutar de cada momento. Un libro que intenta transmitir a todos sus lectores lo importante que es tener una actitud positiva ante cualquier situación, porque ¡“los días nublados” también pueden ofrecernos muchas cosas buenas! Como queríamos que fuera un cuento útil para aprender a ser más positivos, hemos planteado una segunda parte que se titula «Que habría pasado sí…», donde invitamos a los niños y niñas a que imaginen que otras cosas habrían pasado si Julia hubiera tenido una actitud diferente.
